Malquerido México:
Como te puedo expresar esta amalgama de sentimientos que provocas en mi, como poderte explicar que tu esencia sigue en pie a pesar de nuestra incesante guerra para agringar tus entrañas, como enseñarte México a que no eres un espejo para reflejar vanidades políticas que siguen cicatrizando tu piel.
Como te puedo decir que estas secuestrado por la iniciativa privada que amordazándote con inversiones extranjeras adormece tus memorias prehispánicas.
Como te hago comprender que tu rostro es bello y que no necesitas cirugías de capitalismo para sobresalir.
Ahora dime como te digo que las ambiciones de pocos pisotean las necesidades de muchos, que mientras tus arterias cosmopolitas se regodean en la apariencia hipócrita del tan anhelado primer mundo, tus huesos llenos de pobreza y desigualdad se siguen fracturando.
Mas he llegado a la conclusión de que no te puedo explicar, ni enseñar, ni decir, que tu ya lo sabes todo y que seguirás de pie imponente viendo como bombardeamos tu cultura entre Mc Donalds y Starbucks .
Y como no vas a seguir de pie México querido si tu historia se fraguo con injusticia y sangre.
Te viste saqueado e invadido y así naciste, aguantaste erguido viendo como las ostentosidades de unos cuantos extranjeros se apropiaban de las vidas de la gran mayoría indígena, quienes ayudados por una mezcla de raciocinio intelectual y valor de una raza nueva forjada entre sangres distintas, se rebelo cual hijo desobediente y te independizo.
Creciste deambulando entre el imperio, la dictadura y la republica buscando como cualquier adolescente una manera de encajar en el mundo. Tus sueños fueron buenos mas la realidad fue otra, el rico le quito al pobre hasta que el pobre le pego al rico y así nació tu primera revolución.
Ya han pasado mas de 100 años y sigues de pie, han quedado marcadas en tu piel innumerables huellas, desde unas olimpiadas ensangrentadas y dos mundiales de esa droga popular que hace olvidar las penas llamada fútbol, hasta una sobredosis de política corrupta que aun ahora en pleno siglo XXI amenaza con arrebatarte tu pureza.
Ahora que se acerca otro 16 de septiembre cuando de repente nos acordamos que somos mexicanos a grito del mariachi, y nos inundamos en tequila fingiendo que te amamos, no me queda otra cosa, mas que decirte que tu sangre seguirá fluyendo entre mosaicos culturales de masas presurosas que se amontonan en las urbes congestionadas de prejuicios y las innumerables etnias que aun te conservan integro en sus raíces trasparentes que seguimos tratando de extinguir.
Gracias por seguir de pie mi malquerido México.
2006
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